domingo, 27 de diciembre de 2009

LAS CARENCIAS VISTEN DE PRADA

Las carencias van por la calle, salen de fiesta, cuentan andanzas, son astutas y refinadas. Algunas son altivas y todas llevan sombras a sus espaldas.

Sentado en un banco las observa, las escucha y toma nota:
“Me mintieron en la escuela y me mandaron a la guerra”.
“Aspirina, ibuprofeno, ¡lo que sea! El amor me anda buscando y me produce cefalea”.
“El espejo me seduce y no vislumbro mi figura”.
“La Belleza se pasea por la Gran Vía, se mira en cada escaparate y no se para en mi vitrina”.
“Cambio lujo por minutos sin tristeza”.
“La alegría me ensordece y tanta azúcar me importuna”.

Deja el cuaderno en sus rodillas y del bolsillo saca un poco de sal para curarle las heridas.
Ve a lo lejos cómo algunas carencias andan comprando un disfraz para sus penas; las altaneras, cuando quieren ir de gala, visten de Prada.

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