La Prisa y el Tiempo comenzaron juntos el camino de la vida. Cuando la Prisa llegó a su final se encontró con la Eternidad que le preguntó por todo cuanto había vivido. Ésta no supo qué decir porque durante su viaje se había olvidado de los segundos, los minutos, las horas...
La Prisa pidió a la Eternidad volver a encontrarse con el Tiempo que aún seguía disfrutando del camino, deleitándose con cada segundo y sin prisa por llegar a su destino.
Pero aún hoy podemos ver cómo la Prisa no se aprendió el cuento y sigue sola por la vida diciendo que no dispone de tiempo. Sin embargo, si te encuentras con el Tiempo verás que a su lado va la Paciencia y juntos caminan de la mano.